LAS DEFENSAS DE MARTE

ESTA ES LA HISTORIA DE SUS MEJORES GUERREROS 

Todos los colonos marcianos habrían hecho caso a sus gobernantes, para enfrentar al invasor, hasta que las tropas terrestres, arrasaron pueblos, aldeas y granjas. Los ciudadanos desconocieron al gobierno y se organizaron en pequeñas legiones.

Con la amenaza inminente de las tropas del emperador, los colonos marcianos se organizaron en tres defensas principales, cada una con su propio estilo y estrategia, inspirados por la historia y la cultura de sus regiones, y guiados por la filosofía de la armonía, una defensa sin sangre:

Los Hijos de Marte:

Era la primera línea de defensa. En las vastas dunas del desierto marciano, los Hijos de Marte se prepararon para la batalla. Nómadas por naturaleza, estos guerreros del desierto utilizaban tácticas de guerrilla, atacando rápidamente y desapareciendo en la inmensidad de las arenas. Su conocimiento del terreno y su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas les daba una ventaja significativa sobre las tropas terrestres. Utilizaban trampas de arena y maniobras evasivas para detener el avance enemigo sin necesidad de matar.

La Legión K'awiil:

Es la segunda línea de defensa: En los surcos donde el hielo se condensaba, la Legión K'awiil, nombrada en honor al dios maya de la tormenta y el trueno, utilizaba su conocimiento de las formaciones de agua y hielo para crear trampas letales, pero no mortales. Los soldados enemigos, no acostumbrados al terreno, caían en emboscadas y trampas ingeniosamente colocadas. La combinación de hielo y arena se convertía en una fuerza letal contra la cual los invasores no tenían defensa. La Legión K'awiil enfocaba sus tácticas en incapacitar y desorientar, minimizando la violencia.

La Legión Germina:

En las montañas escarpadas, la Legión Germina se erigía como la última línea de defensa. Conocedores del terreno, utilizaban emboscadas y ataques desde posiciones elevadas para desorientar y frenar a las filas enemigas. Pero su mayor aliado era el General Arena, convertía el campo de batalla en un infierno para los invasores. Las tormentas, imparables y destructivas, hacían retroceder a cualquiera. La Legión Germina practicaba movimientos que desviaban la energía del atacante, utilizando el entorno a su favor.