VISITANTES DE OTRAS TIERRAS CONOCIDAS
El sonido sibilante se fue convirtiendo en un zumbido agudo y luego en un ruido prolongado y quejumbroso. Lentamente se levantó del pozo una forma extraña y de ella pareció emerger un rayo de luz. De inmediato saltaron del grupo de hombres grandes llamaradas, que fueron de uno a otro. Era como si un chorro de fuego invisible los tocara y estallase en una blanca llama. Era como si cada hombre se hubiera convertido súbitamente en una tea. Luego, a la luz misma que los destruía, los vi tambalearse y caer, mientras que los que estaban cerca se volvían para huir. Me quedé mirando la escena sin comprender aún que era la muerte lo que saltaba de un hombre a otro en aquel gentío lejano. Todo lo que sentí entonces era que se trataba de algo raro. Un silencioso rayo de luz cegadora y los hombres caían para quedarse inmóviles, y al pasar sobre los pinos la invisible ola de calor, éstos estallaban en llamas y cada seto y matorral convertíase en una hoguera. Y hacia la dirección de Kn