EL ARCA

 

LOS PREPARATIVOS

Las tormentas en Neptuno rugían con una furia incesante, envolviendo la base científica en un velo de nubes oscuras y relámpagos azules que iluminaban brevemente el paisaje helado. A través de las cúpulas transparentes que protegían la base, los científicos podían ver el incesante vaivén de la atmósfera hostil, recordándoles constantemente la urgencia de su misión.

Dentro de la base, un grupo de científicos trabajaba con una concentración febril. La atmósfera estaba cargada de tensión. Todos sabían que el tiempo se agotaba, y cada segundo contaba. Aunque no hablaban mucho entre ellos, la comunicación era eficiente y precisa. Los rostros de los científicos mostraban una mezcla de determinación y agotamiento.

La Dra. Elena Rivas jefa del área de investigación del Arca, se movía rápidamente entre las diferentes estaciones de trabajo, sus ojos escudriñando cada pantalla y cada instrumento con una precisión casi mecánica. No había margen para errores. Afuera, las tormentas arreciaban con más fuerza, como si el propio planeta sintiera la inminente llegada de las tropas del emperador Rutherford

Los laboratorios estaban llenos de equipos de alta tecnología, y las paredes estaban cubiertas de pantallas que mostraban datos en tiempo real. Los científicos revisaban y re-revisaban cada parámetro, sus dedos moviéndose con rapidez sobre los controles táctiles. Nadie mencionaba la creciente amenaza externa, pero todos la sentían.

En una sala central, una gran pantalla holográfica proyectaba gráficos y estadísticas que cambiaban constantemente. La tensión en el aire era palpable, una mezcla de ansiedad y esperanza. Todos sabían que estaban trabajando contrarreloj.